Santiago del Estero está de fiesta: Quimsa se quedó con la primera final frente a San Lorenzo y se adelantó en una serie que tuvo un primer capítulo apasionante. La Fusión, el número uno de la temporada regular, se impuso frente al vigente tetracampeón de la Liga Nacional y presentó sus credenciales para sucederlo en el trono. El combinado de Sebastián González inclinó la balanza gracias a su defensa, impuso su ritmo y sus bases le ganaron la pulseada a los representantes azulgranas. El domingo, también en el Templo del Rock, disputarán el segundo juego de una serie que empezó con todo.

De movida, Silvio Santander apostó por el ingreso al quinteto titular de José Defelippo con la intención de aplicarle mayor intensidad y presión a la mediacancha santiagueña pero Nicolás Copello definió el guión de la primera mitad con once puntos gracias a tres triples en seis intentos. También fue importante Brandon Robinson, incluso pese al entramado de ayudas constantes planteados por el combinado de Boedo. San Lorenzo había planteado una primera línea de presión incesante que forzó cuatro pérdidas de la Fusión en un primer parcial que ganó por cuatro puntos con un bombazo de Iván Gramajo.

El segundo cuarto fue una pesadilla para San Lorenzo, incapaz de marcar más de dos puntos hasta el tiempo muerto que Santander solicitó a falta de 3’25» del entretiempo: «Seguimos con el mismo plan de no pasarnos la pelota. Seguimos encaprichados. La bola tiene que circular, metiéndola uno, la mete uno y va a estar contento uno. La fuerza que tenemos es la suma de las partes, no de a uno todo el tiempo. Ya probamos, no es ningún negocio. Se tienen que pasar la bola».

El Ciclón, que hasta el tiempo solicitado apenas registraba dos asistencias, era víctima de sus propias falencias ofensivas y se mantenía en juego gracias a una defensa que argumentaba su resistencia. Post partido, José Vildoza, máximo anotador del juego con 21 puntos, confesó las dificultades que sintieron dentro de la cancha: «Fue un partido trabado, me parece que no jugamos nosotros bien en ataque, aunque por momentos defendimos muy bien, supimos correr la cancha, pero no estuvimos finos adelante, nos pasamos poco la pelota y ahí estuvo un poco la clave. Ellos nos defendieron bien, y nosotros en defensa estuvimos bien».

Pero el Ciclón reaccionó tras el reto de su entrenador especialmente en un tercer chico en el que fue capaz de borrar los trece puntos de desventaja que había edificado Quimsa en el segundo cuarto e incluso llegó a ponerse por delante en el marcador. Fue fundamental José Vildoza, líder de la remontada, con siete de sus 21 puntos. Sebastián González intentó despertar a sus dirigidos tras permitir 20 unidades en diez minutos: «Nos hicieron goles de todos los colores». 

En el último cuarto, Quimsa respondió con un bombardeo para reencontrarse con la diferencia perdida: Franco Baralle, Brandon Robinson y Leo Mainoldi encadenaron sendos triples para construir un margen de nueve unidades. Entre los lanzamientos de Robinson y Mainoldi, Santander insistió ante sus dirigidos: «Tienen que bajar el culo y defender, respetar al equipo, todos. No tenemos que inventar, el mejor momento fue cuando pudimos correr, y jugar las ofensivas».

Los tiempos muertos de Santander fueron sumamente efectivos y San Lorenzo, que perdía por once a falta de 3’26» para el final del juego, encontró otra vez respuestas a partir del talento de Vildoza y recortó a tres el marcador. Pero en el escenario límite, apareció Franco Baralle como principal argumento ofensivo de Quimsa durante el último cuarto, con la mano caliente desde larga distancia con 12 puntos de sus 18 puntos y una notable efectividad desde el perímetro.

Baralle, quien ingresó desde el banco, fue quien se vistió de líder en el cierre: «El equipo jugó así durante toda la temporada, el que mejor está va a terminar cerrando el partido. A veces le tocó a Copello, a mí me tocó hoy. Eso fue lo que nos llevó a estar acá. Gol tenemos por todos lados, somos un equipo largo, el que mejor esté en el momento, sabemos que tenemos que jugar para él y aprovecharlo», analizó ante las cámaras de TyC Sports después del partido.

Quimsa impuso condiciones durante todo el primer juego, más allá de una pequeña merma durante el tercer cuarto. Con un goleo repartido y una mediacancha que funcionó a la perfección, su defensa brilló para domar al equipo más voraz de la temporada regular: San Lorenzo, que había promediado 83.7 puntos por juego en la temporada regular, apenas pudo anotar 68.

*Prensa La Liga