“La partida de Sergio es un hasta luego y no un adiós definitivo. Estos entrenadores que hemos tenido en este circuito virtuoso del básquet argentino, que empezó Horacio Muratore hace más de 25 años, van a estar siempre vinculados y cerca de la CAB, junto con los jugadores, profesionales y dirigentes, porque la Selección está por encima de todos…”. Fabián Borro, presidente de la Confederación Argentina, rompió el hielo en el encuentro de esta tarde con Sergio Hernández que puso fin al ciclo del bahiense en la Selección Mayor y, sobre todo, sirvió para agradecerle la majestuosa tarea durante más de una década. Como una forma de hacerlo, de parte de todo el básquet nacional, el directivo le obsequió una camiseta argentina, con el N° 1 y el nombre del entrenador en la espalda, que Oveja aceptó con una sonrisa y hasta un dejo de emoción. No es para menos: son 12 años como head coach (2005-2010 y 2015-2021) y uno como asistente (2012), marcando una era y dejando una profunda huella en dos camadas distintas de jugadores. “Sergio se adaptó muy bien a cada tiempo: mantuvo en la elite a la Generación Dorada, ganando hasta una medalla olímpica, y luego potenció a la nueva que hoy disfrutamos, con aquel subcampeonato mundial en China que tanto nos emocionó”, resaltó Borro.

Pero ambas partes, en este caso, acordaron que lo mejor era tomar caminos distintos, luego de que Hernández dirigiera hace días su tercer Juego Olímpico –tiene otro como asistente-. “Me voy feliz y tranquilo. Lo disfruté un montón pero me parece que hay momentos en que se cumplen las etapas. Y es hora de que comience un nuevo proceso, lo creo sinceramente. No tengo tantos motivos para dejar la Selección, pero siempre mi carrera tuve la intuición de cuando parar y empezar algo nuevo. Y seguirla es algo que me ha dado resultados. Hoy siento que tengo que tomar otro camino y que un nuevo entrenador debe comenzar una nueva etapa en la Selección”, explicó quien deja el cargo con la mayor cantidad de partidos oficiales en la historia (116) y el mejor porcentaje de triunfos (72.4%, récord de 84-32), además de una medalla olímpica -bronce- y otra panamericana -oro-.

“Esto no es nada traumático porque acá lo importante es la Selección, no soy yo. Y la Selección no es de nadie. En realidad es de todos y esa es la sensación que debe primar. Todos estamos para hacer más grande al básquet argentino, cada uno desde su lugar. Yo dejo el cargo de seleccionador nacional, pero seguiré en otro. Entonces, no me considero que me estoy yendo… Continuaré siendo parte de algo más grande, de lo que yo soy solo una pequeña pieza. Por suerte tenemos muy buenos entrenadores y yo voy a estar a disposición del que llegue, para que el sucesor tenga las herramientas y una base desde donde partir”, cerró quien dirigió tres Mundiales y hoy es el segundo más ganador de la historia (récord de 21-5), detrás del estadounidense Mike Krzyzewski.

Borro, para cerrar, extendió su gratitud con palabras. “Siempre le estaremos agradecidos por su enorme trabajo. Desde que asumimos lo acompañamos y cada vez nos pusimos de acuerdo rápidamente. Primero le extendimos el contrato hasta Tokio, cuando los Juegos se postergaron volvimos a hacerlo, en el momento que a Sergio le salió la gran oportunidad de dirigir en España, lo liberamos y, al final su compromiso, retomamos el acuerdo para completar el ciclo olímpico. Ahora se abre un nuevo desafío para él y para nosotros, buscando mantener al básquet argentino en la elite mundial”, completó.

 

*Prensa CAB