En este relevamiento virtual, conociendo las distintas realidades del básquetbol a nivel nacional, nos situamos en el sur del país, en Neuquén. Nos comunicamos con Sergio Gatti, quien es presidente de la Federación de Básquet de dicha provincia para que nos haga un análisis de la situación de la actividad y de las instituciones.

«La provincia de Neuquén está viviendo lo que hasta acá se convierte en el pico de transmisión de la pandemia, han venido creciendo los casos, pero dentro de la Provincia, hay regiones más tranquilas y más complicadas. Si bien hay normativa provincial, después hay ciertas disposiciones municipales, por ahí no es parejo, pero en general la actividad esta parada desde el día 1.

La primer región que pudo arrancar con la actividad mínima de entrenamiento es San Martín de los Andes, que ahora se encuentra con actividades individuales con pelota. En el caso de Neuquén Capital comenzaron los entrenamientos con ejercicios individuales sin pelota, se está trabajando bien y es probable que en los próximos días vayamos incorporando la pelota en estaciones individuales. Todo eso en la medida que las estructuras de los clubes vayan funcionando correctamente y demostremos seriedad en los controles, que hasta ahora funcionan bárbaro. Más allá de las precauciones, del miedo y la responsabilidad, los padres y los niños cumplen las normativas. Funciona muy bien. Esto es más que beneficioso para la sociedad, que los niños tengan actividad controlada dentro de un ambiente con profesionales, donde están cuidados, es una muy buena experiencia para los chicos, que de otra manera no podría ser controlada, como en las calles, en las plazas, en las canchitas de los barrios, que no reciben el cuidado correspondiente. Y se nota que adoptan las buenas costumbres más rápido y más sencillo que lo que uno creía. Por ahí en Cutral Có y Plaza Huincul, la actividad está más retrasada, ellos recién comienzan con la práctica en lugares abiertos, con protocolo de preparación física.

Son distintas realidades, pero uno tiene la satisfacción de que en varios lados los niños están volviendo de a poco.»

Que el Estado encuentre en el buen funcionamiento de esos clubes, una válvula de escape para la actividad de esos chicos, que de otra manera están encerrados en sus casas.

 

El panorama económico de las instituciones

«El panorama económico es igual que el resto del país en general, se cortaron todos los ingresos que podían tener los clubes, quedaron muy golpeados. Y todos los compromisos y gastos fijos, se les ha hecho imposible afrontar. Ya el hecho de volver a la actividad, aunque sea mínima, es una esperanza de ir normalizando de a poco la situación. Han llegado algunas medidas como tarifas especiales de electricidad o aportes que se recibieron de Provincia y Nación, que no son montos importantes, pero ayudaron.

Creo que va a llevar un tiempo prolongado, el poder normalizar la situación de las instituciones.»

 

Gestión Federativa

«A través de la Federación de Neuquén hicimos un anuncio con el Ministerio de Deporte provincial, que es un aporte que iba en conjunto con otro aporte de Nación. Si mal no recuerdo era por dos o tres meses, un monto de $50.000 por club, que sirvió para los gastos mínimos. Si bien parece insuficiente, la verdad es que en el momento que se ofreció, era muy bien recibido por todas las instituciones.»

 

¿Sentís que quedó algo más por hacer?

«Es muy difícil la situación, el Estado Provincial tiene una demanda muy grande desde lo sanitario.

Si bien siempre se solicitan ayudas, aportes, es muy difícil que llegue. Nosotros estamos enfocados en trabajar bien en las condiciones que se nos permite, aplicar los protocolos correspondientes y avanzar en una normalización de la actividad, Tenemos muy claro que va a ser muy lento, pero ya el hecho de que el chico pueda jugar en forma individual y trabajar con la pelota, es un paso enorme.

Son distintas realidades, pero uno tiene la satisfacción de que en varios lados los niños están volviendo de a poco.

Supongo que la preocupación pasa porque los clubes sigan trabajando con la rigurosidad que merece la aplicación de los protocolos, y que el Estado encuentre en el buen funcionamiento de esos clubes, una válvula de escape para la actividad de esos chicos que de otra manera están encerrados en su casas y sin esta parte importante en su formación.»

 

Luciano Rodriguez

@5contra5