El tango, Maradona, el colectivo, Fangio, la lapicera, Monzón, el dulce de leche, ‘Lucha’ Aimar ¿Cuántas veces nos inflamos el pecho al hablar de los inventos argentinos o de los deportistas nacionales que tan alto posicionaron la camiseta blanca y celeste? Este pedestal hecho para una muy ínfima porción de privilegiados no estaría completa sin Manu.

La historia de uno de los jugadores más importantes que tuvo la liga más importante del mundo comenzó allá por 1999 cuando un relegado Ginóbili fue seleccionado por el equipo de Texas en la 57º posición del draft. Recién en el 2002, y después de un fantástico segundo puesto mundialista con la selección nacional, el bahiense arribaría a la NBA y justamente el 29/10.

Ginóbili es uno de esos deportistas que te hacen sentir orgullo de ser argentino, español o de donde seas». Pau Gasol

Con 25 años y ya consolidado como un jugador apto para la liga de las estrellas, el alero se midió ni más ni menos que contra el campeón reinante: LA Lakers y su dupla Kobe Bryant – Shaquille O’Neal. Manu terminó el partido con un saldo muy bueno siendo sus números: 7 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias, 4 robos y un tapón en casi 20 minutos.

Con movimientos deslumbrantes por momentos se las tuvo que arreglar con el difunto ‘Black Mamba’ y lo hizo correctamente, tanto que sorprendió al mismo Kobe.

Oh, ya vas a ver. Ese no es ningún chico blanco. Tiene bastante material». Kobe Bryant tras finalizar el partido Spurs – Lakers 

El ‘rookie’ que llegaba del baloncesto europeo, cosecharía esa misma temporada su primer anillo de cuatro que logró en su estadía por USA. Y no sólo eso, sino que jugó contra los mejores, formó el inolvidable «Big three» (Tim Duncan, Tony Parker y Manu) y reflotó el famoso valor del «sexto hombre», entre tantas otras cosas.

La historia del #20 de la franquicia texana duró muchos años y tanto es el respeto que cosechó que se decidió quitar el dorsal y dejarlo reservado sólo para los fanáticos que acuden al «AT&T Center» semana a semana a ver a su equipo y que por muchos años se rindió a los pies de un flaquito de Bahía Blanca.

 

Agustin Pressacco

@5contra5