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Días de Euforia: ¡LLEGÓ EL MOMENTO!

A modo de anticipo de lo que será el estreno de «Días de Euforia», el documental realizado en el seno de «5 Contra 5», dialogamos con uno de los jugadores que formaron parte del equipo de nuestra ciudad: Álvaro Imaz, el Melli.

 

 

«Uno por ahí, más allá de ver algún fragmento del documental, se pone ansioso porque quiere saber qué va a salir. Estamos todos hablando para encontrarnos mañana después de 20 años. Fueron 20 años donde no pudimos estar todos juntos nuevamente y ahora gracias a Luciano ya estamos preparando el bolso para irnos al estreno». Destacó Álvaro, quien no ocultó sus ansias por ver el largometraje.

El equipo, después de las fiestas era otro y estaba en otro nivel de intensidad, éramos un equipo mucho más fino y agresivo

Respecto a la edición 99/00 de la Liga Nacional B, la que fue la histórica edición en donde Acción Juvenil llegó a las finales, así lo recuerda el ‘Mellizo’ Imaz: «En el plano deportivo esa fue una magnifica temporada en un proceso exitoso donde no se pudo dar el sueño del ascenso».

Los Imaz habían arribado a la ciudad y tenían la posibilidad de sumarse a un equipo con perspectiva nacional. Ramiro y Álvaro nutrieron, a su joven edad, al equipo de Río Cuarto y fueron piezas importantes del mismo. «Con mi hermano fue la primera temporada en un Nacional. Este contó con equipos muy buenos y lo disfrutamos mucho. Nos tocó una zona muy pareja y que arrancamos con muchas dudas. Estuvimos al borde de no jugar la zona campeonato y no fue todo color de rosas».

El grupo, para los memoriosos, fue un cúmulo de jugadores que supieron entenderse dentro y fuera de la cancha y eso fue fundamental. «El grupo fue algo espectacular. Íbamos todos juntos, salíamos a caminar o a tomar un café y andábamos siempre juntos y por eso nos acompañaron los resultados».

Este camino es un reencuentro de todos juntos. El año pasado habíamos dicho de reunirnos pero no se dio

«Me parece que cada uno tenia claro donde queríamos ir. No éramos el equipo candidato y con las derrotas aparecían los fantasmas pero en nuestro interior entrenábamos cada vez más duro y nos sentíamos muy bien. Una vez ganamos empezamos a encontrar la confianza que nos llevó tan alto». Destacó Álvaro.

A sus 44 años, y al igual que su hermano Ramiro, Álvaro sigue jugando al básquet de manera oficial. Él afirma que lo hace por la pasión. «Esta es una pasión que tengo. Me gusta competir, me gusta jugar y dar todo de mi. Me he cuidado siempre y disfruto todavía jugar. Es cada vez más difícil porque no se habla el mismo idioma con los pibes que empiezan pero siempre trato de estar con gente con la que disfruto estar».