Un comercio cerrado por un par de días -y más en esta época de cuarentena, de distanciamiento, de vuelta de fases- genera una pérdida económica muy grande.
Rocio Saenz, jugadora de Gorriones RC, entiende cuál es la situación que atraviesa su familia que vive del comercio. Tanto ella como sus hermanos decidieron no volver al parqué para esperar la evolución de casos en la ciudad y no generar inconvenientes evitables para con su familia y su fuente de ingresos.
«A la cancha no volví por una decisión familiar porque tenemos un negocio y no queremos contagiarnos para no cerrar el mismo” expresó la ayuda-base.
Al momento de analizar su situación personal la jugadora ‘pajarita’ dejó en claro que la cuarentena produjo muchos altos y bajos. «Algunos días estoy bien y otros días no hago nada. Necesito del contacto con las demás personas. Uno aprendió a apreciar las dos horas que teníamos en el club”.
La cuarentena me trajo formas de replantearme el cómo pasamos la vida
Si bien la estudiante de Comunicación social no asiste a los entrenamientos está informada de todo lo que pasa en la institución local “Gorriones ya había presentado protocolos y Martín se encarga de recordarnos el mismo», agregando que «Río Cuarto estuvo tres meses sin casos y ahora que estamos en el pico habilitaron los deportes. Se tomó en un mal momento esta decisión por la cantidad de positivos pero No fue una mala idea volver a los clubes”.
Esta pandemia es más fuerte que uno y nos aleja de este deporte que amamos
“A mis compañeras las noto bien. Algunas están super positivas con la actividad física cuando yo creía que iban a estar más negadas. ‘Hagan actividad, distraíganse, muévanse’ son frases que leo en el grupo de WhatsApp”. Contó Ro.
“Coincido con los entrevistados que afirmaron que el 2020 está perdido y no solo en el deporte: en lo social, en lo económico, en todo. Fue un año atípico y nadie pensó que iba a venir esta pandemia». Contó la jugadora detallando que «en la universidad, por ejemplo, siento que estamos cursando más de lo que cursamos normalmente”.
Agustin Pressacco